TEATRO DEGOLLADO
La construcción es de un estilo neoclásico recargado, siguiendo la influencia del teatro italiano. Su bóveda tiene frescos de Gerardo Suárez y Jacobo Gálvez que aluden al canto cuarto de la Divina Comedia El vestíbulo oval mide 10 × 6,5 m de ancho. Este edificio tiene 97 m de largo, 36,4 m de ancho y una altura máxima de 22,5 m.
Su pórtico lo conforman 16 columnas arquitrabadas de orden corintio. Su fachada se reviste de cantera y se montó un relieve en mármol, con la imagen de Apolo y las nueve Musas, obra del artista nacido en Pueblo Nuevo, Guanajuato y tapatío por adopción, Benito Castañeda Arredondo; abajo de este pórtico en mármol travertino se lee la frase "Que nunca llegue el rumor de la discordia".
En 1855 comenzó a gestarse la idea de que Guadalajara debía contar con un teatro digno de los jaliscienses. Siendo gobernador del estado el general Santos Degollado es emitido el decreto para su edificación. Originalmente se aceptó designar al teatro con el nombre de Alarcón, en honor del dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, el autor teatral mexicano más destacado en los tres siglos virreinales. Sin embargo, tras la muerte del general Degollado fue firmado un decreto para cambiar el nombre del edificio. El autor del proyecto, la ejecución de los planos y la dirección de la obra corrió a cargo del arquitecto tapatío Jacobo Gálvez, quien determinó la colocación de la primera piedra en el año 1856.
Diez años después se verifica la apertura oficial con la representación de la ópera de Donizzetti, Lucía de Lamermoor interpretada por la afamada soprano y actriz Ángela Peralta, conocida mundialmente como El ruiseñor mexicano. El edificio corresponde al periódo neoclásico y en la actualidad, tras su última restauración, es de los mejores conservados en Hispanoamérica. Su sala principal, muy semejante a la Scala en Milán, alberga importantes obras de arte, siendo la más relevante el mural que representa el Canto Cuarto de la Divina comedia, obra de la literatura universal escrita por el poeta Dante Alighieri, ejecutado por los pintores jaliscienses Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor.
A lo largo de su historia, el teatro ha tenido varias reaperturas: el 13 de septiembre de 1866, el 30 de octubre de 1880, el 15 de septiembre de 1910, el 28 de junio de 1941, el 8 de septiembre de 1964 y el 25 de noviembre de 2005.
En su más reciente restauración se aplicaron transformaciones muy relevantes al inmueble, como la colocación de nuevos pisos, butaquería, trabajos de pintura, sustitución de luminarias, cambio de duela en el escenario e instalación de plataforma hidráulica, instalación de nuevo sistema de aire acondicionado y remodelación de área de camerinos, entre otras. En el marco de esos trabajos, también se aplicó restauración a la hoja de oro de 23 3/4 kilates en áreas como arco de proscenio, águila colosal, marcos, columnas, remates y mascarones en proscenios. Sumamente importante también fue la restauración del telón guillotina que representa una escena griega llamada Festival ateniense, obra que data de alrededor de 1880 y cuya pintura fue ejecutada por el artista italiano Carlos Fontana.
En la actualidad, el recinto es sede de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y de espectáculos relacionados con el teatro, ópera, danza y festivales artísticos y culturales.
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